Lo que la dinastía Tang no tenía

 

Hagamos un recuento de las cosas que los Tang no tenían, dejando aparte los productos de la modernidad: la dinastía Tang no tenía esto, hmm, no tenía aquello, hmm, ¡la dinastía Tang no tenía pensadores! La dinastía Tang tenía emperadores tenía mujeres bellas palacios ejércitos funcionarios; tenía astrólogos tenía lunas nubes poetas cantores bailarinas, tenía borrachines tenía prostitutas guerras perros salvajes tenía campos baldíos nieves eternas; tenía pobres, analfabetos, exámenes nacionales, nepotismo… Pero no tenía pensadores. ¿Qué tal? Sin pensadores, la dinastía Tang era puro lujo espléndido; sin pensadores, todo el mundo se ahorraba dolores de cabeza, comenzando por el emperador mismo. El juego era todo. Jugando, los Tang llegaron a su apogeo; jugando, los poetas se convertían en grandes poetas (recién a partir de la mitad de la dinastía los poetas empezaron a fruncir el ceño). La dinastía Tang produjo demasiados poetas, como si no hubiera habido ninguno anteriormente. Tampoco es que la gente pensara que los poetas podían reemplazar a los pensadores, pero lo cierto es que en toda la dinastía no surgió un solo pensador. A ustedes, que sueñan con regresar a la época de los Tang, les advierto, es necesario que se preparen mentalmente: cuestión de elegir entre una segunda dinastía Tang sin pensadores, u otra cosa que no tenga nada que ver con la dinastía Tang.
(….)

Xi Chuan

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